viernes, 7 de marzo de 2008

martin lamothe

Esto es lo mejor de ir a los desfiles. Lo que puedes aprender o estudiar de los comportamientos de estos seres que dicen llamarse humanos. Adoptamos unos movimientos falsos y agarrotados; nos creemos el centro de esos focos, que no hacen otra cosa que disparar sin parar, pero al objetivo encargado. Sin embargo es divertido. Todo está muy bien calculado y se vuelve serio. Un ejercicio tan superficial cobra una importancia... sublime.
Creo que es bueno que nos roben el alma de vez en cuando...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jejeje, te cautivó la ventanita de los técnicos de luces...
no seas exagerada con lo superficial del evento, que en el backstage hay unas subtramas que te cagas!!!
en esos lugares lo que falta es humildad, pero ya sabes que opino: vivan los egos!!!

nos vemos mañana...

CARLA dijo...

hola andrea!

Estoy bien orgullosa de ti, de tus avances con lo digital, el segundo paso es dominar el teletexto! Seguro que puedes! jaja Hasta pronto!