martes, 10 de junio de 2008

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A veces no nos damos cuenta y la verdad es que tenemos mucha suerte de seguir con vida.
Somos como cositas pequeñas a merced de un mundo enorme .... como si estuviéramos metidos dentro de una bola de estas de nieve . Hoy creo que hubo un momento en el que el niño cogió esta bola de cristal del escritorio de su padre sin su consentimiento y jugó con ella. Sólo fueron unos segundos, pero los suficientes para hacer peligrar nuestra vida. El suelo se inclinó y perdimos nuestro equilibrio y puntos de referencia. La carretera estaba mojado pero la moto no derrapó...nadie resultó herido... Afortunadamente el niño se cansó de jugar. Todo se volvió lento, muy lento, como si ahora los segundos, minutos y horas valiesen más.

4 comentarios:

Aina Rubies dijo...

esperemos que el niño haya aborrecido la bola de nieve y no se le ocurra volver a cogerla, por si acaso, desayunaré croissants de la panadería de delante, aunque estén más buenos los de la otra esquina...

Carlos Seijo dijo...

hombre... dejarlo todo en manos de un niñooo... ya sabes lo que opino, que dios debe ser algo así como un funcionario aburrido, casado, con hijos. Este dios no mueve el mundo, por vago y sedentario, lo deja estar, que es peor...

MBI dijo...

¿Dónde conseguistes esto? Que tanto tiene que ver con mi pecerrraaaaa de It´s too late...
Un saludo.

MBI dijo...

No hay misterio soy maría, no creo que nos conozcamos pero si buscas en mi blog "etiquetas" y Fotos MBI, o Ventanas, verás mi pecera...mil veces soñada, algo similar a tu bola de cristal..