miércoles, 8 de octubre de 2008

Edinburgo_parte 1



... o como vivir sin casa propia y no morir en el intento.

Llegas una noche, tarde, muy tarde, a una ciudad que jamás has visitado. Cargada... podía ser peor, pero cargada debido a las cuestas que tienes que subir y bajar. Te pierdes, pero por fin vuelves a encontrar el camino adecuado... Llegas, pero pierdes en un trayecto menor de 2 metros la llave de tu habitación... Cómo es posible si nunca te ha pasado? No lo sabes, pero es así. La llave nunca vuelve a aparecer. Vuelves a junto del recepcionista y te mira con ojos que denotan lo surreal de la situación. Da igual, estás cansado, y solo quieres dormir.
Te levantas con seis, ocho o diez desconocidos. Vas al baño y hay otros mil más. Desayunas, y vas viendo que la cosa es muy familiar, que hay de todo y que es reconfortante. Dejas todo en orden y te pones a descubrir la otra cara de la ciudad, la diurna. Te pones en acción buscando la universidad primero, y luego tratando de descubrir cual será tu edificio. Das mil vueltas, pero al final la encuentras. Saludas a la gente con la que has estado hablando por teléfono y te explican todo lo que tienes que hacer. Parece la Odisea... mil operaciones burocráticas para una misma cosa: matricularse. Nunca pensé que fuera tan complicado, pero aquí son muy organizados... o eso dicen.
Vuelves al albergue. Ha sido un día largo. Te dicen que no tienen cama libre para ti esa noche. Recoges todo tu campamento y vuelves otra vez a subir y bajar cuestas. Nunca pensaste que la maleta te parecería innecesaria. Llegas a una nueva morada. Las instalaciones son peores pero la gente es como una familia. Tienes un saloncito, un comedor, y la gente te pregunta y habla contigo. Descubres que hay mucha gente buscando piso porque va a estudiar. Gente con la que empiezas a descubrir la ciudad y a hacer cosas. Todos compartimos el mismo sentimiento de sin techo, de la dificultad de encontrar morada. Poco a poco te van abandonando, y a veces la desesperación te deja sin ánimos, pero curiosamente, y no sabes por qué tienes mucha energía. Se te estropea el ordenador. Pero sigues para adelante. No encuentras piso. Pero sigues buscando con calma sin desesperar. Por fin te dicen que te han escogido; pero cuando sacas el dinero para el déposito y primer mes, y te encaminas a tu nueva casa te llaman y te dicen que no será posible, que una amiga suya está en una situación especial y que se va a vivir con ellos. Te quejas pero no eres la que toma la ultima decisión.
Te das cuenta que la gente no entiende tu acento y te pone caras raras. Te enfadas y piensas que son unos irrespetuosos... Luego te das cuenta de que no merece la pena pensar eso. Ya encontrarás gente que no le importe la barrera del idioma y encuentre cosas interesantes en ti. Las hay y te das cuenta de que aunq no puedas comunicarte perfectamente puedes estar horas hablando de una pieza de arte, explicandole peliculas que deberian ver o explicandole como funciona una instalacion sonora interactiva. Y que ellos te responden llevando la conversacion a un debate interesante.
Decides dejar el albergue y te unes a la alegria, de que tu familia del albergue ha encontrado piso. Compartes con ellos su piso durante un finde. Pensabas que iba a ser para mas rato, pero encuentran compañeros muy rápido. Conoces a un ingles... y resulta que otra vez la barrera del idioma y cultura planta un muro entre el uno y el otro... notas tension y no sabes como actuar. Justo en el momento que ibas a reaccionar, la película estaba a punto de empezar... lo dejas estar, ya habrá un momento mejor.
Te vas del piso de tu family . Conoces a uno de los de sound design y te dice que en su casa hay una habitacion libre, porque el que la ocupa se viene en noviembre y ya la ha pagado, así que a tu pregunta de cuanto cuesta te contestan, no tienes que pagar nada, ya está pagada. No puede ser, es increible que esto sea suerte... A mayores te dejan un ordenador, sabiendo que necesitarás conectarte , revisar correos y buscar piso por gumtree. Por fin tienes una cama grande, muy grande, habitacion tambien muy grande... y solo para ti. Se te hace muy grande pero enseguida es acogedora. Te das cuenta que es la vez que menos cosas tienes. Pero enseguida lo solucionas encontrando mercadillos estupendos en parkings.
No sabes qué te está pasando, pero estás viviendo la vida de otra persona. Es como si estuvieras en la vida de ti misma, sentada, acostada en las cuencas de los ojos de ti mismo, viendo todo lo que hace esa persona en cuyo interior estás . Cuando parará esa sensación?
Ves la casa de tu vida pero sigues esperando... eso es,... esperar.... nunca el tiempo ha sido tan asíncrono con tu vida... han pasado años... No..., sólo dos semanas... cómo es posible?

3 comentarios:

Carlos Seijo dijo...

eso, todo llega y los seres humanos somos materia en continuo estado de cambio. sigue escribiendo este cuaderno de bitácora que así viajamos contigo!!!

PD: la foto me encanta

Anónimo dijo...

No sabía lo que iba a pasar, pero su secreto lo llebava en su bolsillo todo el tiempo,no era consciente de su inconsciente habilidad a veces lo llamaba instinto , otras intuición y mientras pensaba en ello solía ambientar ese momento de lucidez cantando con una peluca violeta y su falda negra tras un plástico siempre trasparente.

...asi que mi pequeño volcan,
para que preguntar,
si ya sabes cual es la respuesta,
no hay error que no conviertas en acierto,
tal vez creas que es un mal comun
pero estas viva aun
y lo que consigues
no solo es cuestión de suerte.

http://es.youtube.com/watch?v=1m-Se_oeyLw&feature=related

BICAZOS AMORE!!!

Papafrita

Aina Rubies dijo...

déjame entonces tu cuerpo unos días y tu te vienes al mío, saludas a todos y te vuelves otra vez al desconocido. Espero que encuentres casa pronto y que tengas un sofá para mi. un beso enorme.