jueves, 1 de octubre de 2009

In_translation_III







Tuvo un novio que no le dejó dormir durante casi 25 dias. No le dejó dormir ni a ella ni a nadie que estuviera a una distancia de 1km. No encontró un remedio eficaz, pero un día se dio cuenta que no estaba con ella. En ese momento se dio se percató que no quería marcharse. No sin haber saboreado cerca de los suyos la paz y tranquilidad y arropamiento propios de su hogar. Pero a veces hay que hacer cosas que una no quiere. De todos modos, llegó y pensó- esto no está tan mal-. Duerme en un sofá en el salón, su maleta está sin deshacer, no tiene ropa de abrigo, y su vida no tiene orden ni sentido. Sueña con walkies talkies, islas perdidas y chimeneas de ladrillo rojo. Quizá porque espere una señal de más allá; de esas señales que no se perciben cuando una está lúcida, sólo en sueños. Está tranquila; no es un proceso que deba apresurarse. Hay mil cosas por el medio, si se precipita, puede entrar en un loop caótico sin beneficio alguno. El horizonte está borros, muy borroso, pero siempre hay luz.

3 comentarios:

Carla dijo...

muchas gracias! ¿Qué tal tu vuelta a la gran isla? Besitos!

edu comelles dijo...

there is a light that never goes out. the smiths.

Aina Rubies dijo...

Tu ya estás mas que acostumbrada a dormir en sofás, suelos y furgonetas. Esto no es nada para el cuerpo!
Manchester parece un buen lugar, lleno de flores y floripondios!!! mua!